Ya sabemos que durante la dictadura en Chile se cometieron hechos atroces que a través del tiempo se han ido develando. Estas situaciones no podían permanecer ocultas por mucho tiempo; es más, nuestro pasado reciente de dolor y sufrimiento ha sido abordado desde varias aristas, una de ellas en honor a las víctimas y sus familiares, que hasta el día de hoy siguen sufriendo. Con el paso del tiempo pareciera ser que aquel dolor se hace cada vez más íntimo, podemos ver que el número de quienes participan activamente de manifestaciones públicas disminuye, lo que no significa que no sea relevante, al contrario, es un tema para seguir evidenciándolo. Toda esto me lo cuestiono, pienso en cómo -un hecho tan horroroso- con el transcurso del tiempo pasa a ser señalado como histórico y distante, mientras que advertimos cada vez con mas dificultad que el momento para conocer la verdad y entregar justicia se aleja. El Estado ha generado ciertos hitos y actos para revindicar a los familiares, pero sin duda no es suficiente, nada es suficiente frente a la pérdida y a la violencia…